sábado, 20 de diciembre de 2008

Desideratum VIII

O_O

^-^ !!

ayer estaba tan feliz que me puse a escribir en la compu como maniaca, de hecho no sabía donde debía terminar este capítulo, pero como mientras mas escribia mi mente decía 'otro renglón más', terminé haciendo este capitulo bastante grande

espero lo disfruten tanto como yo...

FELICES VACACIONES!!!!!!!!

♥kiss♥




Lorre estaba recargado en su auto, volteando a cada una de las ventanas de la escuela, pensando cuál sería el salón de Juno, y si se vería desde ahí.

Aún no se acostumbraba a llamarla Juno, siempre, desde que la había conocido lo enseñaron a llamarla ‘señorita Jut’ aunque, cuando se convirtió en su chofer, fue ‘señorita Juno’. Estaba casi seguro de que nunca se acostumbraría.

Cuando llegó a vivir en la casa Jut él tenía como unos 6 años, y conoció a Juno, era una bebé consentida y mimada, amada por sus padres y familiares, pero nunca la vio con todo lo que deseaba.

En unos años, la familia de los Jut aumentó un poco su capital, pero el suficiente para fundar su empresa, la cual prosperó y creció mientras Juno empezaba la escuela en la que iba él, una escuela pública, para que, según su padre y los Jut, aprendiera sin sentirse más que los demás.

Luego Juno dijo que ya no quería ir a la escuela, y cuando le preguntaron por qué, ella solo contestó ‘ellos no me quieren’, y ese fue el motivo de que todos se mudaran. Todos, no solo la familia Jut, sino TODOS; incluso él y su padre, ya que su madre había fallecido antes de que Lorre hubiera cumplido los tres años.

Él siempre había estado observando desde la tribuna, pero a los 16 decidió ganar su propio dinero, y lo contrataron los Jut como chofer… de Juno. Claro que para ese entonces había dejado de ser la niña mimada que era antes, y era casi una señorita, sin creerse mayor ni inferior a nadie (por lo que a sus modales concernía).

Y así era como había conocido a Juno Jut y como ella se había percatado de su existencia.
En esto pensaba Lorre, pues no tenía nada que hacer mientras esperaba a que Juno saliera de la escuela.

-----*-----

“Mira, volteó para aquí, Cassie, ¿a quién crees que esperará?” preguntó la chica que debía ser Angelique

“No lo sé, pero es tan lindo, míralo, debe tener unos 19 o 20 años, ¿tendrá novia?” habló otra chica, de la que no sabía su nombre.

“Ojala no, esa chica, Jut, dijo esta mañana que no, pero yo creo...” Cassie bajó la voy hasta un susurro, que Juno logró escuchar “… creo que ella tiene algo que ver con él”

¿Algo que ver? Ojala fuera cierto, pensó Jun, solo eran amigos.

Solo amigos.

Por primera vez le sonó triste eso, aunque era mejor que ser solo empleado y jefa. Era por eso tanto empeño en que la llamara Juno. Por eso quería venir a la escuela en su auto. Porque quería ser feliz, a su modo, y…

“Ya basta de estar melancólica” le dijo una voz dentro de ella, ya la había escuchado antes, y solía tener razón.

¡Ring! Eran las tres, hora de irse.

Fue la primera en salir, pero sin prisa, como si simplemente hubiera querido irse ya de la escuela, pero fue interceptada. Nadia Samsa.

“Jut, ¿A dónde con tanta prisa?”

“¿Eres tan tonta como para no saber a donde se va después de la escuela?” dijo ella.

“¿Acaso tienes prisa de ir con tu novio?” más preguntas.

“Y tú, ¿no deberías irte a conseguir uno?” atacó Jun.

En el blanco, había conseguido que Nadia Samsa retrocediera, en esta batalla para ver a quien le dolían más las palabras de la otra. Aunque no llegaran a contestar ninguna de las preguntas, sus expresiones eran la mejor respuesta.

“¡Eh, Jun!” la llamo Lo desde el auto, “Apúrate que se nos hace tarde”

“Mira, tu novio te apresura” susurró Samsa.

“Ya déjala en paz, Nadia” le dijo alguien.

“Si, pobrecita, ya no sabe ni que decir” respondió ella.

“No es eso, es solo que se me fueron las palabras por las tonterías que dices, pero tendré que dejarte aquí, solita, porque me están esperando” le dijo Juno.

Juno se giró y caminó hacia Lo, con todas las miradas de chicos y chicas fijas en ella, viéndola cruzar el patio del colegio, hacia el muchacho del convertible negro. Saludó a su amigo con un beso en la mejilla, acción que provocó el aumento en las murmuraciones. Subió al auto.

“Hola Lo, vamos al parque antes de ir a casa, por favor. Uhm, gracias por llamarme Jun hace rato”

“No se preocupe, además” volteó a verla, porque el semáforo estaba en rojo “suena mejor Jun que señorita” y sonrió tiernamente, como pocas veces lo hacia.

“Lo, ¿por qué nunca me hablas de tú? O sea, siempre me llamas de usted, ¡se supone que somos amigos!”

“Por la misma razón de que llevo llamándola ‘señorita’ los últimos 4 años, porque usted es la jefa y yo el empleado”

“Bueno, pero también eres mi amigo. Ya se, desde ahora intenta hablarme de tú, ¿si?” sugirió ella.

“Pero apenas me estoy acostumbrando a llamarla por su nombre, ¿cómo me pide que, además de eso, le hable como si fuéramos iguales?”

“Es que somos iguales, bueno, no iguales, tu eres un chico y yo una chica” dijo ella.

En ese momento se empezaron a reír, pero él tenía que discutir eso, no eran iguales ¡era su jefa!

“No discutas” dijo Juno antes de que él pudiera hacer algo.
“Bueno, ya llegamos” dijo él para desviar el tema.

1 comentario:

Nay Tiyi dijo...

Hola
Paso rapido ^^
Me gusto que hayas cambiado momentaneamente de narrador. Es algo que le da mas dinamismo ala hitoria.
Espero la continuación
un beso enorme
Nay