miércoles, 3 de diciembre de 2008

Desideratum III

WOW. Parte III. Jeje me encanta el papel del papá… es tan… no c… pero me agrada. Vale chóquenlo y ahí me dicen.
Jeje


3.
“¿Juno Jut?, ¿se encuentra Juno Jut?” preguntó un maestro desde afuera del salón, interrumpiendo la clase.
“Jut, no tares” le dijo la profesora de ese día, y Juno no quiso contestarle.
“Tu padre te busca” dijo medio en secreto el maestro, una vez afuera.
Juno consultó su reloj, 10:55. Ella no creyó que su padre realmente quisiera verla. Antes de comenzar a caminar hacia la Dirección, logró escuchar los murmullos de sus compañeros de clase a sus espaldas. Decían algo como que Jut era un apellido muy raro, y que era una ‘niña de papi’.
Por instinto, volteó y miró con desden a cierto grupo de chicas.
Ese grupo recién formado de las niñas ‘bonitas’, o mas bien vacías y superficiales, justo del tipo de chicas que si se enteraban de quien era Juno, intentarían engatusarla y seguramente la querrían como miembro de su grupo de raras.
Ellas le devolvieron la mirada como quien ve un chicle pegado en la suela del zapato.
“Ahora voy” contestó Juno al profesor.
Caminó por los pasillos hasta llegar a la oficina del director. Y allí lo vio.
Alto y pálido, pero no demasiado. De cabello rubio quemado y ondulado, bien peinado al estilo ejecutivo. Su rostro aparentaba dureza, pero Juno sabía que era muy comprensivo y muy amable. Ojos castaños, como los de ella.
Si no conocías a Nereo Jut, podrías deducir fácilmente por su aspecto (vestido casi siempre de traje y con expresión seria) que era algo como político o empresario. Y tendrías razón.
Había fundado su propia empresa. Trabajaba en la industria y transporte naval, todo tipo de barcos, todo tipo de cargas, todo tipo de viajes marítimos. Era un negocio muy rentable, y ahora intentaba expandirse a esa ciudad. Negocios.
Juno besó su mejilla, costumbre imposible de omitir, incluso en la escuela.
“Hola, ¿qué sucede?” le preguntó ella.
“Nada, solo quería saludarte” respondió su padre, y dijo como si en ese instante se hubiera acordado de un detalle, “¡Ah! Por cierto, tu acosador se llama Apolo Sykes”, dijo Nereo.
A Juno casi le da un infarto, su padre le había prometido no comentarle nada al director, y él siempre cumplía sus promesas. Que raro se sintió ese momento.
“Eh Jun, no pongas esa cara, hija, yo no le he dicho nada, solo que él comentó que después del incidente de ayer, era normal que no quisieras que nadie supiera quienes son tus padres” se explicó
Esto era aún más raro, pero no se concentro en pensar en eso, sino en que había conseguido un poco de información: el director adulaba a toda su familia y el mocoso agresor (niño cerero de cacahuate) se llamaba Apolo Sykes.
“Ese hombre quiere sacar algo de ti, te está adulando, papá” le comentó.
Ella sabía que lo que había dicho era verdad, e incluso que su papá y alo sabía.
“Bueno, eso ya lo se”. Juno rió por lo bajo mientras su padre continuaba. “Es tarde, debo irme, ¿quieres que venga por ti, te mando a Ferrel o te dejo dinero para que te regreses a la casa?”
“Yo traigo dinero suficiente, no te preocupes” contestó Juno.
“Está bien, me voy” se despidió el Sr. Jut, abrazó a Juno y la corrió a su clase.
“Eh… disculpe señor, ¿es usted el dueño de la flota de barcos que llegó hace unas semanas? ¿Es usted Nereo Jut?” preguntó una chica detrás de Juno.
Era una chica de segundo año, Alta y con cara de presumida y superficial. De cabello corto. Morena y maquillada para resaltar su belleza. Delgada y según los pocos chismes que habían llegado a los oídos de Juno; ‘la mas bonita del colegio’.
Juno creyó que era tiempo de irse y se despidió de su padre agitando un poco la mano. Él comprendió y Juno se fue. Pero alcanzó a escuchar que su padre respondía a la pregunta de la chica “¿para qué quieres saber?”. Y por los pasos que le siguieron a esta frase, Jun supo que su padre ya se había ido.
“Jut, un apellido curiosamente extraño. Es una rara coincidencia que llegues a este lugar, con todo y tu apellido raro, y llegue Nereo Jut, además del hecho que son cercanas las fechas en que se aparecen por aquí. ¿No crees?” dijo la niña que había ido a molestar a su padre.
Juno se dio la vuelta, si iba a contradecir lo que había dicho esa chica, debía hacerlo de frente, así le habían enseñado a tratar los problemas, y le contestó:
“De donde vengo, Jut es un apellido muy común”, casi se ríe y destruye su actuación, porque Jut jamás había sido un apellido común, pero se contuvo y prosiguió “yo no tengo la culpa de que ese señor venga a esta ciudad, y menos que tenga el mismo apellido que mis padres me pusieron, y como no se tu nombre, no veo el caso de estarte dando explicaciones”.
“Mi nombre, querida, es Nadia Samsa, que no se te olvide porque no voy a volver a repetirlo, ¿ok?” dijo la niña que estaba molestando a Juno. “te estaré vigilando, eh Jut!, todavía hay algo de ti que no me gusta”.
Y se fue. Juno creyó que no le gustaba en realidad a esa chica, era haberla visto con Nereo Jut antes de que ella llegara, y que una leve sonrisa atravesó su rostro, solo por un segundo.

2 comentarios:

Nay Tiyi dijo...

Que pendeja cheta molesta, jajaja.
La tipica nena linda... Me sacan!!

Prometo que publicare la parte 22 prontito ^^ La tengo que terminar de pulir =)

Un beso enorme!!! Nay

Nay Tiyi dijo...

Esperemos que si ^^

Para mi leer o dibujar siempre es una solución.
Me alegra mucho que tehayan gustado los tatuajes y te adelanto que no estás muy lejos... ^^
Igual ya vas a ver que todo tiene un sentido.
Muchas gracias por tus firmas y la buena onda.

Un beso enorme

Nay