Jaja, mis casi-vacaciones empiezan mañana, porque me toca llevar a mi hermana a la escuela, nadamas unos dias y luego otra vez levantarme a las 9!
Mañana o al rato subo otro pedazo, y lamento no poder terminar el de navidad, pero cuando terminé de escribirlo, me di cuenta de que no comprenderian la mayoria de lo que pasa y de quienes son y eso, sobre todo porque aparecen cada vez mas personas del pasado de Juno.
Bien, si digo mas expondre mi historia.
Disfruten el capitulo!
♥kiss♥
10.
¿Cómo abordar a un chico en temas en donde la chica, 1; no es ella y 2; una chica no debería enterarse de un chico, es la protagonista?
Bien, estaba decidido, habia que empezar a subir el nivel de conversación, pero también, raramente, Juno estaba intrigada por la vida escolar de Lorre.
“Pregunta tú” le dijo Juno.
“¿Y eso?”
“Aún no escojo una pregunta”
“Bueno, ehm, Juno, ¿porqué…?” dudaba él.
“¿Por qué QUE?” en ese momento no era muy paciente que digamos.
“¿Por qué eres tan cerrada con la gente?”
Fantástico, él leyó sus pensamientos y aumentó el estrés de Juno, primero. Destruyó todo su plan de conversación, ahora… preguntar sobre la escuela era absurdo.
Aunque… esa era una de las pregunta que Juno normalmente no contestaba, la respuesta la conocía, era fácil para ella pensarla, imaginar que la decía, pero no expresarla en voz alta, era mas dolorosa la verdad que encubría ella misma, y no dejaría que la gente que pasara la viera llorar. Bueno, daría la respuesta previamente planeada alterna.
“Orgullo, creo” respondió tajante.
“No te creo” le dijo Lo después de una pausa.
“¿Por qué no?” él no sabia nada de eso, ¿o sí?
“Cuando vas a mentir, dudas de decir algo, eso hiciste, y creo saber por qué” le explicó.
“¿Cómo puedes saber si miento o digo la verdad?” lo cuestionó Juno.
“Ya te lo dije, dudas cuando mientes, es solo conocerte un poco más que los demás para notarlo, no sabes mentir a las personas que conoces, solo alteras la verdad, y además, solo mientes cuando la verdad es muy dolorosa o parte de algún sentimiento muy profundo” aclaró el chico, “lo que es básicamente, cuando no quieres que alguien se entere de algo”
Lorre comenzó a reírse, y Juno quedo aturdida y confundida. ¿Cómo podría ser que él la conociera tanto y ella no lo conociera igual de bien? Y, ¿por qué se reía, acaso notaba lo que ella estaba pensando?”
“Mi pregunta, ¿por qué me conoces tú mejor que yo a ti?” esto era mas importante que su fundamento del interrogatorio.
“Mmm. Realmente no lo se”
“¿Por qué lo dudas?”
“Porque nunca se me había ocurrido que yo te conociera más, o el por qué” él hizo una pausa, “Tal vez sea que, bueno, eres más abierta conmigo que con el resto de la gente, y jamás te he conocido una ‘mejor amiga’ verdadera, aunque no se por qué no me conoces a mi…”
“Yo si se…” declaró ella “es que soy una egoísta, siempre lo he sido” ella giró su cabeza para romper el contacto visual
“¿Egoísta?”
“Claro, porque solamente quiero que seas mi amigo, por eso me molesté cuando papá no quiso que fueras mi chofer…”
“Espera, ¿tú sabias que existía cuando me contrataron en tu casa?” él jamás pensó que eso llegaría a ser cierto, era imposible, no podía ser verdad.
“Claro, tenias unos 11 años, cuando yo supe que existías… por lo que recuerdo, era el día en que yo llegue de mi escuela con intención de no volver jamás y te vi. Ibas en… 6º grado, y fuiste la única persona que no fura amino ni familiar que era amable conmigo, por eso soporté los últimos días del curso, para ver si estabas, pero no te encontré. Y luego, nos mudamos, y de nuevo te vi, no en mi escuela, solo que no me volviste a hablar, luego supe que Hermes Ferrel era tu padre y lo siguiente que recuerdo es que querías empleo, yo necesitaba un chofer y tenías licencia de manejo” dijo ella mirando la mesa, como en trance, de momento volteó a verlo a los ojos y sonrió, “el resto de la historia ya la conoces”
Eso era imposible, él recordó eso mientras ella lo iba contando, pero había algo raro en todo eso, como si…
“¿Por qué dices que eres egoísta?” él interrumpió sus pensamientos antes de que fueran demasiado lejos.
“Porque casi me desmayo al pensar de que probablemente tenías novia y que yo no sabía, y luego me doy cuenta de que no se casi nada de tu vida y que tu me conoces perfectamente, y que soy una tonta por no interesarme por ti y… y ya no se que más decir” Juno de nuevo no lo miraba, desde que él habia comentado que era muy cerrada, ella había empezado a dejar clavada su vista en cualquier sitio menos en sus ojos. Aunque, tal vez, él no quería ver lo que su alma escondía, tal vez eso la hiciera sufrir más.
“Sabes, cuando te vi el martes, con ese muchacho, con el que estabas en la salida”, Lorre no continuó, no tenia muy ordenadas sus ideas.
“¿Qué con él?” insistió ella.
“No se, pero sentí feo, ya sabes, sensaciones extrañas, pero cuando el se fue y tú me llamaste, me sentí un poco mejor”
No llorar, esa era una regla irrompible desde los 8 años, al menos, no llorar en público. Justo en ese momento, las lágrimas empezaban a escapar de sus ojos.
<> pensó Jun,
Lorre solo veía que ella se paró, sin verlo, dio media vuelta y se fue. Pensó que no debía seguirla, pero algo le decía que tampoco podía dejarla sola.
<>
Juno sintió unas manos sobre sus hombros.
“Juno, ¿estas bien?” le dijo la voz de su amigo a sus espaldas.
“Dime que no tienes novia, vamos, dilo, aunque sea mentira pero dilo” ¿por qué no dejaba de llorar?
“Tú dime que no tienes novio para que esté tranquilo” le contestó él.
Juno no podía más, su mente era un caos, Lorre siempre había sido su amigo, pero ahora… ahora era como si ya no lo conociera, como si nunca hubiera conocido nada de él. Se volteó y lo abrazó.
“No digas nada” lo reprendió ella.
“No pensaba decir nada”
Lorre tomó la barbilla de Jun con una mano y con la otra la abrazó, luego se inclinó para besarla pero ella se apartó.
“No, no lo hagas” Lorre no sabía si era una petición, súplica o una orden.
“Tenemos que ir a casa” solo eso le pudo decir.
Cuando llegaron, no fueron directamente a la casa de Jun, debemos calmarnos un poco, le había dicho Lorre, porque ella seguía llorando. Entraron a su casa y sirvió el té. No sabía que más hacer.
“¿De verdad no tienes novia?” preguntó Juno.
“No tengo novia ni nada parecido” le aseguró.
“Es que, no quiero arrepentirme” dijo ella.
Lorre volteó a verla, no comprendía lo que le estaba diciendo. Pero no logro ver nada que no fueran los labios de Juno.
Juno quería besarlo, pero no podía, porque eso seria exponer su corazón y no debía romperlo, era muy débil. Se alejó y se salió de la casa. Debía dormir, descansar, pensar en lo que había pasado y meditar lo que sabía.
¿Cómo abordar a un chico en temas en donde la chica, 1; no es ella y 2; una chica no debería enterarse de un chico, es la protagonista?
Bien, estaba decidido, habia que empezar a subir el nivel de conversación, pero también, raramente, Juno estaba intrigada por la vida escolar de Lorre.
“Pregunta tú” le dijo Juno.
“¿Y eso?”
“Aún no escojo una pregunta”
“Bueno, ehm, Juno, ¿porqué…?” dudaba él.
“¿Por qué QUE?” en ese momento no era muy paciente que digamos.
“¿Por qué eres tan cerrada con la gente?”
Fantástico, él leyó sus pensamientos y aumentó el estrés de Juno, primero. Destruyó todo su plan de conversación, ahora… preguntar sobre la escuela era absurdo.
Aunque… esa era una de las pregunta que Juno normalmente no contestaba, la respuesta la conocía, era fácil para ella pensarla, imaginar que la decía, pero no expresarla en voz alta, era mas dolorosa la verdad que encubría ella misma, y no dejaría que la gente que pasara la viera llorar. Bueno, daría la respuesta previamente planeada alterna.
“Orgullo, creo” respondió tajante.
“No te creo” le dijo Lo después de una pausa.
“¿Por qué no?” él no sabia nada de eso, ¿o sí?
“Cuando vas a mentir, dudas de decir algo, eso hiciste, y creo saber por qué” le explicó.
“¿Cómo puedes saber si miento o digo la verdad?” lo cuestionó Juno.
“Ya te lo dije, dudas cuando mientes, es solo conocerte un poco más que los demás para notarlo, no sabes mentir a las personas que conoces, solo alteras la verdad, y además, solo mientes cuando la verdad es muy dolorosa o parte de algún sentimiento muy profundo” aclaró el chico, “lo que es básicamente, cuando no quieres que alguien se entere de algo”
Lorre comenzó a reírse, y Juno quedo aturdida y confundida. ¿Cómo podría ser que él la conociera tanto y ella no lo conociera igual de bien? Y, ¿por qué se reía, acaso notaba lo que ella estaba pensando?”
“Mi pregunta, ¿por qué me conoces tú mejor que yo a ti?” esto era mas importante que su fundamento del interrogatorio.
“Mmm. Realmente no lo se”
“¿Por qué lo dudas?”
“Porque nunca se me había ocurrido que yo te conociera más, o el por qué” él hizo una pausa, “Tal vez sea que, bueno, eres más abierta conmigo que con el resto de la gente, y jamás te he conocido una ‘mejor amiga’ verdadera, aunque no se por qué no me conoces a mi…”
“Yo si se…” declaró ella “es que soy una egoísta, siempre lo he sido” ella giró su cabeza para romper el contacto visual
“¿Egoísta?”
“Claro, porque solamente quiero que seas mi amigo, por eso me molesté cuando papá no quiso que fueras mi chofer…”
“Espera, ¿tú sabias que existía cuando me contrataron en tu casa?” él jamás pensó que eso llegaría a ser cierto, era imposible, no podía ser verdad.
“Claro, tenias unos 11 años, cuando yo supe que existías… por lo que recuerdo, era el día en que yo llegue de mi escuela con intención de no volver jamás y te vi. Ibas en… 6º grado, y fuiste la única persona que no fura amino ni familiar que era amable conmigo, por eso soporté los últimos días del curso, para ver si estabas, pero no te encontré. Y luego, nos mudamos, y de nuevo te vi, no en mi escuela, solo que no me volviste a hablar, luego supe que Hermes Ferrel era tu padre y lo siguiente que recuerdo es que querías empleo, yo necesitaba un chofer y tenías licencia de manejo” dijo ella mirando la mesa, como en trance, de momento volteó a verlo a los ojos y sonrió, “el resto de la historia ya la conoces”
Eso era imposible, él recordó eso mientras ella lo iba contando, pero había algo raro en todo eso, como si…
“¿Por qué dices que eres egoísta?” él interrumpió sus pensamientos antes de que fueran demasiado lejos.
“Porque casi me desmayo al pensar de que probablemente tenías novia y que yo no sabía, y luego me doy cuenta de que no se casi nada de tu vida y que tu me conoces perfectamente, y que soy una tonta por no interesarme por ti y… y ya no se que más decir” Juno de nuevo no lo miraba, desde que él habia comentado que era muy cerrada, ella había empezado a dejar clavada su vista en cualquier sitio menos en sus ojos. Aunque, tal vez, él no quería ver lo que su alma escondía, tal vez eso la hiciera sufrir más.
“Sabes, cuando te vi el martes, con ese muchacho, con el que estabas en la salida”, Lorre no continuó, no tenia muy ordenadas sus ideas.
“¿Qué con él?” insistió ella.
“No se, pero sentí feo, ya sabes, sensaciones extrañas, pero cuando el se fue y tú me llamaste, me sentí un poco mejor”
No llorar, esa era una regla irrompible desde los 8 años, al menos, no llorar en público. Justo en ese momento, las lágrimas empezaban a escapar de sus ojos.
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Lorre solo veía que ella se paró, sin verlo, dio media vuelta y se fue. Pensó que no debía seguirla, pero algo le decía que tampoco podía dejarla sola.
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Juno sintió unas manos sobre sus hombros.
“Juno, ¿estas bien?” le dijo la voz de su amigo a sus espaldas.
“Dime que no tienes novia, vamos, dilo, aunque sea mentira pero dilo” ¿por qué no dejaba de llorar?
“Tú dime que no tienes novio para que esté tranquilo” le contestó él.
Juno no podía más, su mente era un caos, Lorre siempre había sido su amigo, pero ahora… ahora era como si ya no lo conociera, como si nunca hubiera conocido nada de él. Se volteó y lo abrazó.
“No digas nada” lo reprendió ella.
“No pensaba decir nada”
Lorre tomó la barbilla de Jun con una mano y con la otra la abrazó, luego se inclinó para besarla pero ella se apartó.
“No, no lo hagas” Lorre no sabía si era una petición, súplica o una orden.
“Tenemos que ir a casa” solo eso le pudo decir.
Cuando llegaron, no fueron directamente a la casa de Jun, debemos calmarnos un poco, le había dicho Lorre, porque ella seguía llorando. Entraron a su casa y sirvió el té. No sabía que más hacer.
“¿De verdad no tienes novia?” preguntó Juno.
“No tengo novia ni nada parecido” le aseguró.
“Es que, no quiero arrepentirme” dijo ella.
Lorre volteó a verla, no comprendía lo que le estaba diciendo. Pero no logro ver nada que no fueran los labios de Juno.
Juno quería besarlo, pero no podía, porque eso seria exponer su corazón y no debía romperlo, era muy débil. Se alejó y se salió de la casa. Debía dormir, descansar, pensar en lo que había pasado y meditar lo que sabía.
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